LA AUTOCARAVANA ya está en nuestras mano, pero no pudimos celebrarlo como nos hubiera gustado
Por fin llegó el día ocho del mes ocho: el día en que nos entregaban nuestra autocaravana. Sin dormir y con Luna todavía haciendo ruidos extraños, salimos en busca de un desayuno contundente que nos aportara fuerzas suficientes para afrontar el día, pero aquello parecía una misión imposible: solo encontrábamos casas de donuts de colores y restaurantes de pollo frito. Finalmente hallamos un supermercado de comida fresca donde preparaban sandwiches y pillamos un par de bocadillos, fruta y sendos cafés con leche.
Con el estómago lleno, nos dirigimos por fin a las oficinas de Cruise America a recoger la tan ansiada autocaravana.
Tras mucho papeleo y mucho firme aquí, nos pusieron un vídeo informativo con el que esperaban que ya nos enterásemos de cómo funcionaba la autocaravana. Algo imposible considerando todas sus funcionalidades y todos los detalles que hay que tener en cuenta. Así que hinchamos a preguntas al agente que nos la estaba enseñando. Descargamos todo nuestro equipaje desde el coche de alquiler a la autocaravana y felices nos fuimos de allí con intención de devolver el coche alquilado y emprender la marcha. Pero claro, una cosa son los planes que uno hace y otra muy diferente son los inconvenientes con los que uno se encuentra: de camino a la oficina de Enterprise se nos encendió el piloto de error en el airbag y además se escuchaba un ruido extraño proveniente del motor al acelerar. ¡UY UY UY, NO NO NOOO!
Así que tuvimos que volver a Cruise América, menos mal que estaban en la misma avenida. Cuando llegamos y les dijimos que se había encendido una luz su maravillosa respuesta fue que eso no estaba antes y que teníamos que llevarlo al taller, que estábamos comprando un vehículo de 120000 millas y que era normal.
Se supone que la empresa que te vende la autocaravana revisa a conciencia el vehículo antes de venderlo y lo entrega en “condiciones inmaculadas”. Aquello claramente era un trabajo mal hecho y encima con una atención al cliente lejos de la esperada. No era la primera vez que nos ocurría algo así. Hace 5 años adquirimos una VW California de 1993 a través de una agencia en España y más o menos pasó lo mismo: mucho cuento y poca honestidad. Una vez que efectúan la venta se desentienden y te cuentan milongas.
Evidentemente la cosa no iba a quedar así. Nos pusimos firmes y les exigimos que nos repararan todo al momento. (También nos acordamos de sus familiares, pero eso mejor no ponerlo en el blog.) El ruido en el motor se supone que era normal, pero no nos quedamos tranquilos hasta que no nos mostraron cómo sonaba otro modelo del mismo año. Para reparar el airbag no nos dieron cita en un taller hasta al día siguiente, así que no nos quedó otra que cambiar nuestros planes y hacer noche en Kissimmee.
Esa noche cenamos por primera vez en la autocaravana y, sin tener ni idea de dónde pasar la noche, dormimos en el estacionamiento de la Florida Cattlesmen’s Association. Fue ahí cuando descubrimos lo útil que nos resultaría a partir de entonces la función ‘vista satélite’ de Google Maps.
Nombre del post: «¡¡Habemus autocaravana!!»
Ciudad: Kissimmee, FL
Pernocta: parking de la Florida Cuttlemen’s Association (mapa)
Canción del día: Quiero un camión – Loquillo y Los Trogloditas



Esto es una AVENTURA con todas las letras!
Me respondo a mi mismo a una pregunta que os hice en otro post…. es comprada!!! 😉
Comprándola el 8 del 8 a las 10, NADA puede fallar 😉
MUCHA SUERTE!!!!!