ATRAVESAMOS PENNSYLVANIA por la autopista Interstate-80 y paramos a hacer noche en un rincón del bosque de Allegheny
Tras una semana en Nueva York, nos costó muchísimo abandonar la casa de Paola y dejar atrás una ciudad de la que aún nos quedaban muchos rincones por descubrir. Y eso que en un principio Nueva York no formaba parte de nuestro recorrido. Es una de esas ciudades que para conocerla de verdad hay que vivir en ella, en tan poco tiempo tan solo te llevas una pequeña esencia de lo que realmente esconde, aunque nos pudimos hacer una idea de cómo sería la vida allí.
La última aventura consistió en atravesar el Bronx con nuestra autocaravana y cruzar el río Hudson sobre el imponente George Washington Bridge hasta New Jersey (estado que atravesamos dos veces sin ni siquiera detenernos). Pudimos despedirnos de los rascacielos de Manhattan desde lo alto del puente mientras impacientes conductores nos adelantaban por derecha e izquierda maldiciendo nuestra parsimonia.
No tenemos mucho que contar de Pennsylvania ya que pasamos poco tiempo allí. Nuestro plan de viaje, a pesar de estar elaborado casi sobre la marcha, consistía en visitar la costa este en aproximadamente un mes y luego cruzar el país hacia el oeste sin demorarnos demasiado entre medias. No es que no quisiéramos pararnos a visitar los estados interiores, sino que la limitación de 90 días de la visa estadounidense nos obligaba a elegir. De Pennsylvania al menos tuvimos oportunidad de conocer Philadelphia, pero el resto del estado lo atravesamos sobre la I-80 (autopista inter estatal) en un par de jornadas largas de carretera.
Podríamos resumir que Pennsylvania es una autopista recta de 3 carriles con árboles a los lados que no se interrumpen jamás, posiblemente la autopista más verde que hayamos visto en lo que va de viaje. Pero como queríamos llevarnos algún recuerdo más idílico, decidimos abandonar la autopista en una salida aleatoria y adentrarnos unas cuantas millas hacia el norte hasta llegar a algún lugar que nos gustase para pasar la noche.
Tras atravesar bosques y pueblos minúsculos con casas enormes y vecinos que se nos quedaban mirando al pasar con nuestra Caracola, llegamos a una pequeña zona de recreo llamada Loleta Recreation Area, en la vereda de un río del Allegheny National Forest. Todo un acierto, porque los bosques en está época del año al acercarse el otoño multiplican sus colores y son más hermosos que nunca.
Cansados después de todo el día al volante, disfrutamos de un paseo con nuestra perra Luna y estiramos las piernas. Por la noche hicimos un fuego y en las brasas asamos unas salchichas que cenamos con puré y espinacas. Decoramos la autocaravana con luces colgantes, leímos cuentos y jugamos hasta que Nahuel se quedó dormido. Tras tantos días viajando de ciudad en ciudad, nos dimos cuenta de cuánto añorábamos estar de nuevo en la naturaleza lejos del ruido de los coches y la prisa de la gente.
A la mañana siguiente dimos un paseo por el río hasta llegar a una presa rodeada por las hojas caídas de las hayas y los arces colindantes. Descubrimos que en uno de los remolinos del agua dos ranitas peleaban contra la corriente por nadar hacia afuera y no morir ahogadas, pero el cauce era demasiado fuerte y se estaban quedando ya sin fuerzas. ¡Zafarrancho de rescate! Con ayuda de unos palos conseguimos poner a salvo a las ranas y nos fuimos de allí tan contentos, alegres de haber vivido esa aventura como si se tratase de algo realmente heroico.
Aquí radica uno de los placeres de viajar: en el lugar más inesperado, ese día que no haces planes ni albergas expectativa alguna, surgen momentos y anécdotas inolvidables. Da igual que sea lunes o domingo, tienes la libertad de quedarte donde quieras, hacer lo que te apetezca y olvidarte de los planes del día siguiente. Si no hubiera sido por las limitaciones del visado nos hubiéramos quedado unos cuantos días más perdidos en estos bosques. Seguro que nos habrían ocurrido historias para escribir todo un libro, pero no nos quedaba otra que seguir rumbo al oeste sin prisa y con poca pausa.
Nombre del post: «Dejamos atrás Nueva York y acampamos en el interior de Pennsylvania»
Pernoctas: Loleta Recreation Area (mapa)
Canción del día: Go West – Pet Shop Boys
Deja una respuesta