RECORRIMOS PARTE del Appalachian Trail en el parque natural de las montañas humeantes
Tras ver el eclipse de sol llegamos a la entrada sur del parque nacional de las Smoky Mountains, el Centro Visitantes Oconaluftee. Allí nos agenciamos unos cuantos mapas y aprovechamos para contactar con la familia y amigos, ya que íbamos a pasar unos cuantos días aislados y sin cobertura.
Comenzamos una nueva etapa del viaje lejos de las ciudades e inmersos en la naturaleza de los parques naturales de Estados Unidos. Bosques inmensos, ríos y cataratas de todos los tamaños, animales salvajes y, sobre todo, mucha tranquilidad. Claro que no va mucho con nosotros lo de quedarnos tranquilos demasiado tiempo…
Llegamos casi atardeciendo al camping de Elkmont Campground, nuestra primera experiencia en un Government Campground (www.recreation.gov). Son campings muy económicos y bastante bien equipados. Se pueden reservar con antelación por Internet y los gestiona el Gobierno, lo cual abarata el coste y garantiza el cuidado de las instalaciones. La atención al client corre casi siempre a cargo de parejas de gente mayor que regentan estos campings.
Nos llamó mucho la atención los numerosos mensajes de advertencia de la presencia de osos. Te instan a no dejar nunca comida desatendida y tirar la basura en contenedores especiales a prueba de osos. Esa noche hicimos nuestra primera hoguera y de paso la americanada de turno: comer Marsmallows pinchados en un palo (o como dice Nahuel “nubes de acampada”).
A la mañana siguiente, tras un reconfortante baño en el río fuimos a visitar una antigua aldea llamada Cades Cove, a la que se llega por una carretera circular llamada Cades Cove Loop. Es un camino de una sola dirección con unas vistas preciosas del valle y en la que puedes parar para ver iglesias antiguas y otras atracciones turísticas. Allí vimos la casa de una solterona que vivió muchos años en el parque con su molino de agua, establos y otras construcciones de hace más de dos siglos.
Recorrimos el parque en la autocaravana disfrutando de unas vistas espectaculares para llegar a otro campamento más al noreste llamado en Cosby Campground. Nos acostamos temprano ya que al día siguiente nos esperaba un trekking por el Sendero de los Apalaches (Appalachian Trail). Esta senda señalizada de más de 3000 km recorre la cordillera de los Apalaches atravesando la costa este de EEUU. Detrás tiene un trasfondo similar al Camino de Santiago, pero en plan ateo. Hay historias muy curiosas de gente que ha realizado esta travesía, desde personas ciegas a ancianas con demencia. Nosotros no queríamos ser menos, faltaría más.
Con sentimientos enfrentados entre el miedo a los osos y unas ganas brutal de verlos comenzamos nuestra caminata por el Sendero de los Apalaches a la altura del Newfound Gap, en el mismo centro del parque. Un trekking de estas características con un niño de cinco años no es tarea fácil, pero no hay nada como un par de cuentos y canciones—en voz baja para no molestar a los animales— para hacer el camino más ameno. Árboles caídos cubiertos de musgo, setas que no habíamos visto en nuestra vida y una fina lluvia nos acompañaron durante todo el trayecto.
Llegando hasta un refugio llamado Icewater Spring Shelter vimos un cervatillo salvaje que, acostumbrado a ver humanos por la zona, no se alejó mucho con nuestra presencia. En total recorrimos unas 6 millas (9.6km) y Nahuel aguantó como un auténtico explorador.
Ya regresando se despidió de nosotros una tímida salamandra y volvimos a nuestra casa rodante para recorrer una de las carreteras más emblemáticas de la costa este: la Blue Ridge Parkway.
Nombre del post: «Acampados en el Great Smoky Mountains National Park»
Pernoctas: Elkmont Campground (mapa), Cosby Campground (mapa)
Canción del día: Lean In – Rising Appalachia
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