ATRAVESAMOS EL PARQUE NACIONAL de Yellowstone entre paisajes volcánicos, cañones profundos y alces amenazantes
El miércoles 27 de septiembre entrábamos con nuestra autocaravana la Caracola en el Yellowstone National Park. Se cumplían siete semanas desde que iniciamos nuestro viaje en Miami, en la otra punta del país, y dedicaríamos siete intensos días a recorrer de cabo a rabo el parque y sus formidables alrededores .
Coincidió nuestra visita con el final de la temporada de verano, con lo que la afluencia de turistas era más baja de lo habitual, lo cual hizo nuestra estancia aún más placentera. ¿Y qué pasaba con el frío? Bueno… así dormíamos más juntitos por la noche.
Accedimos a Yellowstone por la puerta Este, dejando atrás los lagos grises y las colinas verdes del bosque nacional de Shoshone, ese bosque con un nombre tan gracioso. El paisaje cambió como quien cambia de estación: la carretera que llega hasta el lago de Yellowstone nos recibió rodeada de nieve y sin una sola nube en el cielo. Sólo cuando llegamos a la zona central del lago desapareció el manto blanco y comenzaron a aparecer los primeros búfalos, pastando con parsimonia la hierba gélida del prado.
En el centro de visitantes adquirimos el National Parks Annual Pass, que te permite visitar todos los parques nacionales de EEUU durante un año y cuesta solamente 80 USD, que es poco más de lo que costaría visitar únicamente Yellowstone durante una semana. Es recomendable hacerlo cuanto antes, aunque también se puede obtener un descuento del mismo importe del pago de la entrada al parque si se hace a posteriori mostrando el recibo. Nos informaron que, en esas fechas, tan solo había cuatro campings en los cuales se podía dormir dentro del parque, todos ellos de pago, y que la mayoría se ocupaban completamente antes del mediodía. Las opciones eran darse mucha prisa para pillar sitio o bien salir fuera de los límites de Yellowstone para buscar otros campings menos abarrotados. Optamos por la segunda opción, y de alguna forma esto marcó nuestra ruta, ya que entramos y salimos del parque varias veces disfrutando de las tantas maravillas naturales que nos cruzábamos.
Decidimos comenzar rumbo norte, para trazar una ruta en el sentido de las agujas del reloj, y comenzamos a ver los primeros indicios de actividad volcánica. Y es que Yellowstone se ubica sobre uno de los volcanes más gigantescos del mundo: montañas, ríos, cañones y prados del parque flotan sobre placas de magma en continuo movimiento que erupcionaron hace millones de años. Los lagos de agua volcánica hierven con un susurro al tiempo que sus hornos y fumarolas emiten gases con olor a azufre. Aún así, la vegetación se acumula alrededor de estos oasis de bacterias y altas temperaturas.
La atracción termal más espectacular de todas es sin duda las Mammoth Terraces, una colección de terrazas y piscinas en cascada con colores imposibles y que incitan al baño, aunque no sea lo más recomendable debido a la temperatura del agua y su PH poco recomendable para la piel humana. La formación de piedra caliza parece nieve y los vapores sulfúricos dan sensación de más frío, aunque al acercarse se aprecia el calorcito y se puede ver el agua en ebullición.
Antes de salir del parque pasamos por el Allbright Visitor Center, al norte del parque, donde los renos campaban a sus anchas y uno de ellos —el que tenía los cuernos más grandes— comenzó a seguirnos hasta que consiguió arrinconarnos a la entrada de una tienda, con el consiguiente susto. Llegamos a dormir al Eagle Creek Campground, en las afueras del pueblo de Gardiner, ya en el estado de Montana. A pesar de que el camping estaba lleno —¡y eso que era temporada baja!— nos hicieron un hueco para poder pasar la noche.
Al día siguiente llenamos la despensa y nos adentramos de nuevo en el parque para pasear por el borde del Gran Cañón de Yellowstone. El río Yellowstone parte el parque por la mitad y ofrece vistas espectaculares de las paredes del cañón. Al asomarse a su desfiladero se perfilan paredes rojizas por el óxido de los gases volcánicos, fumarolas humeantes y rampas calizas blancas como la nieve. En el camino no solo divisamos aves rapaces surcando el cañón, también nos cruzamos con serpientes y roedores correteando entre nuestros pies.
Tras almorzar nos dirigimos rumbo oeste hacia el Lamar Valley, una explanada abarrotada de manadas de búfalos y familias de alces. En los anchos ríos del valle se apostaban pescadores en busca de truchas frescas, vigilantes de no cruzarse con ningún oso que anduviera con el mismo propósito. La presencia de los búfalos ya se había convertido en algo habitual para nosotros.
Salimos de Yellowstone de nuevo, esta vez por la puerta Noreste, con la intención de buscar otro campamento para pernoctar. Para nuestra sorpresa el más cercano estaba cerrado. Continuamos conduciendo rumbo este y el siguiente campamento también permanecía cerrado. Y el siguiente. Y el próximo. Ya comenzamos a preocuparnos, porque se nos hacía de noche, cuando por fin encontramos un área de acampada con la reja medio abierta. Nos adentramos—o más bien nos colamos— en un camping desierto llamado Fox Creek campground, donde tras dar unas vueltas encontramos un lugar con electricidad, agua corriente y zona de barbacoa. No nos lo podíamos creer.
Cuando teníamos la hoguera lista y ya había anochecido, un todo terreno se acercó hasta nosotros. Unos responsables del parque nos dijeron que el campamento estaba cerrado al público. Nos explicaron que toda esa zona noreste cerraba por temporada debido a las inclemencias el clima, y que ese camping estaba habilitado solamente para las personas que trabajaban en el parque. Comprendiendo nuestra situación, nos ofrecieron quedarnos a pasar la noche con la condición de que nos fuéramos a la mañana siguiente. Para celebrar nuestra buena suerte, nos dimos un homenaje a base de costillas a la barbacoa. Por cierto que no habíamos visto a Nahuel cenar tanto ni pringarse de grasa como lo hizo esa noche. Definitivamente el enano no es vegano.
Nombre del post: «Entramos con nuestra autocaravana en el parque Yellowstone»
Pernoctas: Eagle Creek Campground (mapa ), Fox Creek Campground (mapa)
Canción del día: La Barbacoa – Georgie Dann
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Diego says
Hola, que paso que el blog no esta completo?
AMERICARAVANA says
Algún día lo terminaremos…